lunes, 14 de febrero de 2011

LOS BLOGS COMO HERRAMIENTAS PARA LA INNOVACIÓN

Por: Lic. Juan Pablo Hernández Anicama

Los blogs pueden convertirse en una herramienta sumamente eficaz para promover la innovación curricular en la educación superior presencial. Cuando se emplean como soporte de un modelo didáctico centrado en el alumno, se convierten en un gran potencial para mejorar el proceso de enseñanza-aprendizaje. En este contexto, entendemos por innovación “un proceso intencional y planeado, que se sustenta en la teoría y en la reflexión y que responde a las necesidades de transformación de las prácticas para un mejor logro de los objetivos”.

Tradicionalmente  la enseñanza universitaria se ha basado en un modelo metodológico centrado en el docente, con énfasis en la transmisión de contenidos y su reproducción por los alumnos, la lección magistral y el trabajo individual. En cambio enseñar en un blog demanda una serie de cambios que generan una ruptura de este modelo, al mismo tiempo que suponen un mejoramiento en el desempeño de profesores y estudiantes.

Integrar un blog en el dictado de una asignatura universitaria, permite al docente crear un “aula virtualizada”. Esta consiste en una clase convencional en la que se han incorporado en forma sistemática actividades que se desarrollan en un ámbito virtual, las cuales se vertebran con las actividades presenciales en un todo coherente. Las tareas virtuales se encuentran incorporadas al curriculum de forma normalizada y se entrelazan con las que tienen lugar en el aula presencial.

El uso de blogs enriquece y potencia la enseñanza ofrecida en el aula física en los siguientes  aspectos:
*Se amplían los límites espacio-temporales del aula presencial, ya que los procesos de enseñanza-aprendizaje pueden extenderse más allá de su ámbito físico y fuera del horario asignado para el dictado de la asignatura. El sistema de entradas y comentarios característico de los blogs, así como la habitual inclusión de enlaces al correo electrónico de cada participante, permiten que docentes y alumnos puedan comunicarse entre sí.
*se aplican nuevas estrategias metodológicas, tales como discusiones, resolución de problemas o análisis de casos, entrevistas a expertos, elaboración de proyectos grupales, confección de portafolios electrónicos, etc.
*Se usan nuevos materiales digitales hipertextuales y/o multimedia. Ello permite enriquecer el abordaje de la temática estudiada y, al mismo tiempo, lograr una mejor adaptación a los distintos estilos de aprendizaje de los alumnos. Los enlaces sirven  para ampliar, profundizar o contrastar temas expuestos. Y las  imágenes, videos, animaciones, simulaciones, archivos de sonido, y otros materiales multimedia, facilitan y mejoran la comprensión de los contenidos  analizados.

La enseñanza en un blog implica nuevos roles para los docentes, relacionados con los siguientes aspectos:
1. Diseño o planificación de las situaciones de aprendizaje. Se trata de seleccionar y organizar contenidos, enunciar objetivos, definir actividades, señalar recursos, fijar tiempos de trabajo y establecer estrategias e instrumentos de evaluación.
Este diseño debe implicar oportunidades para el desarrollo de habilidades cognitivas y sociales  por parte del alumno.
2. Uso de estrategias de aprendizaje cooperativo. El aprendizaje se concreta a través del diálogo y la colaboración, por lo que resulta un proceso interactivo.
3. Tutoría constante del proceso de aprendizaje, orientando al alumno en la ejecución de las tareas previstas. El profesor responde consultas, resuelve dudas, sugiere recursos y fuentes de información, provee o propone el uso de andamios cognitivos, anima la participación y los procesos de comunicación, etc.
4. Evaluación continua. La tecnología favorece que el docente monitoree las características asumidas por el proceso de aprendizaje a medida que éste transcurre, y verifique el logro progresivo de los objetivos formativos, en lugar de limitarse a evaluar sólo el resultado final de dicho proceso.
Esto le permite al profesor brindar al alumno una retroalimentación más inmediata. El docente puede rectificar errores, detectar dificultades de aprendizaje, evaluar progresos, sugerir el empleo de ciertos recursos o estrategias de aprendizaje, etc.
5. buen clima relacional en el entorno virtual, que promueva la comunicación y favorezca la interacción con los alumnos y la de éstos entre sí. Resulta fundamental que el docente promueva actitudes de respeto como base del diálogo y la confrontación, que valore los aportes de los estudiantes, y regule los aspectos formales del intercambio estableciendo normas..
6. La reflexión sobre su propia práctica, que le permita tanto ponderar el valor formativo de la tecnología empleada, en términos de resultados alcanzados por los alumnos, como detectar las propias fortalezas y debilidades en su desempeño en el entorno virtual. Los resultados de esta reflexión posibilitarán retroalimentar la práctica docente e introducir las mejoras que resulten necesarias en próximas experiencias.

En cuanto al rol asumido por el alumno, el modelo centrado en el aprendizaje propone un estudiante capaz de generar nuevo conocimiento a partir de la información recibida, y para ello, pensar, participar e interactuar con el docente y con sus pares. Esto supone el desarrollo tanto de habilidades de pensamiento de nivel superior (por ejemplo, analizar, sintetizar, conceptualizar, relacionar, interpretar, generalizar, clasificar, formular hipótesis, etc.), como de habilidades sociales y comunicativas (por ejemplo, capacidad para aceptar puntos de vista de otros, para discutir ideas basándose en argumentos, para disentir en forma respetuosa, para asumir y cumplir compromisos grupales, para respetar las normas de trabajo compartido, para expresarse en forma clara y precisa, etc.).
Todo ello implica una mayor autonomía en la configuración del propio aprendizaje y, por lo tanto, exige la capacidad para autorregular dicho proceso, es decir planificar sus instancias y evaluar su desarrollo y sus resultados.

PEDAGOGIA INFORMACIONAL

Por: Lic. Juan Pablo Hernández Anicama

Las teorías o corrientes pedagógicas, a lo largo de la historia, han oscilado en enfoques centrados en el docente o en el estudiante; sin embargo, en la actualidad, ante el proceso de la globalidad, las sociedades se debaten en la transición para llegar a constituirse en “sociedades informacionales”, “Sociedades del conocimiento” o “sociedades del aprendizaje”, sustentadas en el vertiginoso desarrollo  de las nuevas tecnologías de la información; y ante estos retos, es necesario replantear el quehacer pedagógico  para formar al ciudadano del siglo XXI.
Este nuevo escenario demanda un nuevo modelo  educativo que apunte  al aprendizaje de por vida (lifelong learning) lo que implica establecer  una nueva hipótesis educativa: enseñar a aprender, y sobre todo utilizar adecuadamente la información en el proceso de enseñanza aprendizaje. Se plantea entonces una nueva hipótesis, un nuevo enfoque para comprender el quehacer educativo llamado “Pedagogía informacional”, ante el cual, los docentes y estudiantes deben asumir un nuevo rol de “mediaciones” entre la experiencia humana y la información existente.  
Esta “pedagogía informacional” está íntimamente ligada a las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (TIC), y por tanto sostiene que  los verdaderos rendimientos educativos para responder a las exigencias de aprender para toda la vida implican el uso de la información en todas sus dimensiones: acceso, análisis, interpretación, evaluación, producción, etc.; pero este nuevo paradigma no es sólo una respuesta teórica, sino que tiene implicancias practicas de carácter laboral; por ejemplo, cada vez más, la generación, proceso y transmisión de la información configura los sistemas productivos, financieros y políticos, y en el campo laboral los “trabajadores del conocimiento” acceden a más y mejores empleos, ya que la sociedad industrial con sus aparatosas maquinarias y líneas de obreros inmensas, dan paso a la cultura del microchip, de la información, de la telemática y de la robótica, en donde predomina la información y el conocimiento como el capital por excelencia.
En la sociedad informacional la generación, el procesamiento y transmisión de la información se convierten en fuentes fundamentales de productividad y poder, de alli que  los centros educativos,  sus docentes y estudiantes deberán asumir que la información es lo crucial y el punto neurálgico para articular los sectores educativos y productivos; es decir, el sistema educativo debe preparar ciudadanos para estas nuevas formas de producción y de poder. Algunos autores, entre ellos  Cornella, afirman que  “una población educada es parte de la política industrial de una nación” y agregan que las políticas educativas deben perfilarse hacia el enfoque competitivo de la economía nacional.
En esta perspectiva la tarea de los docentes debe iniciarse abordando los alcances de lo informacional, así al definir la categoría informacional nos remite automáticamente a la concepción de información, término que posee dos vetas hermenéuticas: por un lado, el valor estadístico que designa el grado de probabilidad de que un fenómeno se produzca dentro de un sistema; por otro lado, el valor de significación, que permite decodificar e inquirir sobre determinado fenómeno. Por lo tanto, la información para ser “tratada” requiere conocimiento o capacidad epistemológica, lo que permite su descubrimiento e interpretación.
La información y su entorno informacional, es decir las diversas fuentes: internet, bases de datos, medios de comunicación, la realidad misma, los aportes de las ciencias, los libros, revistas, en la actualidad desbordan la capacidad de asimilación humana. Esta complejidad de fenómenos estadísticos y significativos posibilitan un espectro, ante el cual, los aprendices o estudiantes orientados por el docente, pueden entablar un verdadero diálogo y construir aprendizajes significativos, a través de metodologías innovadoras, tales como: seguimientos temáticos informacionales (portafolios), búsquedas especializadas, redes de trabajo temáticas, micro-bases de datos según asignaturas, lecturas digitales alternativas, foros y discusiones virtuales a través de lecturas digitales, conceptualizaciones icónicas con imágenes digitales, uso de prensa digital, entre otras.

FUNCION DE LOS DOCENTES EN LA ETAPA DE TRANSICION HACIA EL PARADIGMA DIGITAL.

                                             
         Por: Lic. Juan Pablo Hernández Anicama

Con el paradigma anterior, o de  Gutenberg, el soporte papel de este modelo de transmisión del conocimiento creó un estilo de lectores alrededor de los textos impresos. Los docentes se preocuparon por establecer una lectura que  permitía detectar estilos diversos, descubrir la estructura subyacente del texto, sus diferentes niveles de lectura y finalmente llegar a establecer con claridad lo que el texto decía propiamente, es decir comprenderlo. Para ello han sido entrenados sistemáticamente no sólo por su formación académica; sino sobre todo por su propia vivencia cultural, son hijos de los textos impresos. Estos lectores que hoy se desenvuelven en un  escenario en que coinciden textos impresos y textos digitales, son llamados “migrantes digitales”. Los docentes, investigadores y directivos que conducen el proceso de enseñanza aprendizaje son en su totalidad migrantes digitales.
           
En las postrimerías del siglo XX surge con un arrollador ímpetu una verdadera revolución de la información. Las múltiples y sorprendentes posibilidades de la red de redes transforma el soporte del texto escrito. El soporte digital aparece en libros electrónicos, webquests, blogs, foros, redes de información. Esta revolución transforma el mundo que habíamos conocido, el modo de comunicarnos y la forma de consumir y producir conocimiento. Los estudiantes de nuestras escuelas se han familiarizado desde su nacimiento con las herramientas tecnológicas de la Era Digital, por ello se les llama “nativos digitales”.

Pero, no podemos afirmar que por ser niños o jóvenes tengan ya la categoría de "nativos digitales”, hay, en países como el nuestro, muchos "analfabetos digitales" y un muy creciente número de "migrantes digitales", pero ciertamente  aquellos que tengan acceso a las TICs, y de entre ellas al Internet, adquirirán o ya vienen adquiriendo habilidades, estrategias y una suerte de "cultura" a la cual acceden aún muy pocos docentes.

En  los nuevos textos electrónicos nos  encontramos frente a  procesos de comprensión mediados ahora por nuevos tipos de textos (no-lineales, interactivos y multimediales). El nuevo lector lee y utiliza su razonamiento deductivo para hacerse del control del texto, debe perfeccionar su capacidad para seleccionar entre enlaces (links) relevantes e irrelevantes y tomar decisiones rápidas, para ello "lee" no sólo textos, sino que perfecciona sus habilidades para categorizar, clasificar contenidos en función del contexto y de variables no verbales.

¿Qué deben hacer los maestros en esta etapa de transición del paradigma del libro impreso al libro digital?:
1. La primera y primordial misión es reconocer ese carácter transicional.  Y comprender que los nuevos docentes, aquellos que hoy son aún niños y que hayan nacido con las TICs como una realidad dada, aquellos que son efectivos "nativos digitales" en toda la extensión del término, estarán en mejores condiciones que la actual generación de docentes para producir estos procesos de manera más natural
2. En segundo lugar, desterrar la idea de la búsqueda de la técnica perfecta, la idea de acumular softwares más y más  sofisticados con los cuales ofrecer sólo efímeras (y a veces costosas) cuasi soluciones, de la receta que nos convertía en docentes tecno-eficientes.
3. En tercer lugar abrazar la idea de que estamos frente a un fenómeno en perpetua mutación que es de naturaleza cultural y global, que la Internet es solo una de las manifestaciones de las TICs, que el camino pasa por el ensayo y el error, por la actitud experimentadora permanente y la inmersión en los procesos ya abiertos.
4. Debemos además estar en condiciones de establecer los nexos, los puentes que articulen el conocimiento tal como fue creado por las generaciones que nos precedieron y que permitan su aprovechamiento y desenvolvimiento futuro, de su desarrollo para los próximos años.

El gran desafío es que la destreza, que adquieren los estudiantes, en el manejo de las tecnologías no los hace competentes para buscar conocimiento y producirlo en este nuevo paradigma. La escuela debe encaminar la búsqueda. Los docentes (migrantes digitales)  tienen una doble tarea: familiarizarse con los nuevos instrumentos y reestrenarse en la búsqueda y producción del conocimiento para poder orientar a niños y jóvenes.

FORMACION DOCENTE CONTINUA Y MICROENSEÑANZA

Por: Lic. Juan Pablo Hernández Anicama
Actualmente las instituciones educativas del nivel superior se ven cuestionadas en sus prácticas organizacionales por diversas razones. Una de ellas es que la creciente demanda de postulantes conlleva también una mayor oferta de carreras de distinta calidad en un mundo sumamente competitivo. Esto obliga a revisar aspectos administrativos, filosóficos, políticos, tecnológicos, y no siempre pedagógicos, al interior de estas  instituciones educativas.
En este sentido, es conveniente reorientar  los perfiles de los egresados y de los docentes universitarios de nuestros Institutos y Universidades. El contexto docente está inmerso en una condición: hay que saber hacer y saber pensar frente a los alumnos, pero también frente a la complejidad de variables del proceso educativo.
Esta     realidad  es preocupante ya que, la planta docente de los diversos cursos proviene cada vez menos de instituciones formadoras de maestros, y cada vez más de diversas licenciaturas universitarias, lo cual, más allá de las encontradas opiniones sobre sus ventajas y desventajas, muestra una realidad que obliga a pensar en nuevas estrategias para la formación continua de los docentes en servicio.
La formación continua  de docentes en servicio es un proceso de construcción de competencias y capacidades de tipo cognitivo, actitudinal y cinético-gestual, que son parte de un desempeño eficaz. Este desarrollo de competencias tiene lugar en un ambiente de práctica reflexiva que genera nuevos marcos de referencia y nuevas formas de entender y actuar. Se apunta hacia la formación de docentes que no solo dominen un campo particular del conocimiento sino que incorporen a su quehacer profesional la reflexión sobre la práctica cotidiana para comprender mejor los procesos de enseñanza y aprendizaje y hagan un aporte efectivo a los esfuerzos que hace el estudiante.

            Las exigencias de la sociedad actual para el profesional de la docencia son muchas, entre ellas podemos señalar:
  • Mediador dinámico del aprendizaje de los estudiantes.
  • Facilitador de la comunicación
  • Crítico reflexivo de su propio desempeño
  • Diseñador creativo de experiencias de aprendizaje
  • Constructor permanente de su propia teoría educativa basada en la reflexión sobre la experiencia.

La Microenseñanza es una técnica para el entrenamiento o  reentrenamiento de estudiantes de educación o de docentes en servicio, que tuvo su origen en la Universidad de Stanford en los años sesenta, y surgió como una respuesta a la formación tradicional de los docentes centrada casi exclusivamente en el conocimiento de las asignaturas . En los años setenta recibe los aportes de Piaget, Vigotsky, entre otros, como el concepto de que “cada estudiante estructura su conocimiento estableciendo relaciones racionales y significativas con el mundo”. En la década del 90 ya es considerada como una práctica reflexiva y de instrospección acerca del propio desempeño. Se brinda al docente la oportunidad de desarrollar su actividad frente a otros compañeros, quienes actúan de observadores capaces de proporcionarles retroinfomación valiosa para mejorar.
La  microenseñanza implica  la simulación de experiencias didácticas de los estudiantes que se forman como profesores. Esto requiere una simplificación del tiempo, del número de alumnos y de la selección de contenidos curriculares con el fin de lograr competencias  pedagógicas en los aprendices de docentes o docentes en servicio a través de instrumentos de evaluación en estas condiciones controladas.
La microenseñanza , como técnica para el fortalecimiento didáctico de los docentes, se fundamenta en principios que están en una variedad de teorías educativas, centradas en el docente como mediador dinámico entre el conocimiento y el aprendizaje de los estudiantes. Esta mediación se expresa en el rol primordial del docente como “facilitador” que se ocupa del diseño de experiencias de aprendizaje para sus estudiantes, acompañándolos en la vivencia de dichas experiencias para orientarlos hacia la apropiación del conocimiento.

Los  contenidos o competencias que se logran a través de la microenseñanza pueden ser las siguientes:
  • Formular distintos tipos de preguntas
  • Variar los estímulos para el aprendizaje
  • Promover la creatividad
  • Demostrar e ilustrar
  • Proporcionar retroinformación
  • Reforzar el aprendizaje
  • Aprendizaje basado en problemas
  • Facilitar la comunicación verbal y no verbal.
  • Uso de las TIC
La microenseñanza es un procedimiento de entrenamiento cuyo propósito es simplificar la complejidad del proceso normal de la enseñanza. En la práctica de la microenseñanza el tamaño de la clase queda reducido a un pequeño grupo de cuatro a seis alumnos. En lo relativo a tiempo de clase, la lección se reduce a cinco o diez minutos. También se reducen los trabajos de enseñanza, los cuales pueden incluir: práctica y dominio de una capacidad específica
La "micro-lección" se registra en un video, y el profesor en cuestión se ve y se oye a si mismo inmediatamente después de la lección. A sus compañeros de grupo se les pide que llenen fichas de observación donde  evalúan aspectos específicos de la clase.
El análisis de la clase, hecho por el propio profesor, esta así basado en una auténtica retroalimentación : el video, más la crítica de los compañeros, más el análisis y las sugerencias de un supervisor. Todo esto ayuda al profesor a reestructurar la lección y volverla a enseñar inmediatamente a un nuevo grupo de alumnos, repitiéndose el ciclo anterior.

EVALUACION CURRICULAR Y EVALUACION DE CARRERAS CON FINES DE ACREDITACIÓN

Por: Lic. Juan Pablo Hernández Anicama
        
Desde fines del siglo pasado las Universidades de Iberoamérica y desde comienzos del nuevo siglo las universidades peruanas está viviendo una nueva etapa de Evaluación con fines de acreditación.
            La acreditación, según el CONEAU de Perú (Consejo de evaluación, acreditación y certificación de la calidad de la educación superior universitaria), es el procedimiento mediante el cual se reconoce formalmente que la  carrera profesional universitaria cumple con los estándares de calidad previamente establecidos por él, como consecuencia del informe de evaluación satisfactorio presentado por la entidad evaluadora, debidamente verificado por el CONEAU. Y además define “Estándar” como un nivel de calidad referido al cumplimiento de una condición.
            El proceso de acreditación supone tres etapas: 1. la Autoevaluación, organizada y conducida por los propios integrantes, a la luz de los fines que persiguen, y con un conjunto aceptado de estándares de desempeño como referencia. Y 2. La evaluación externa, realizada por una entidad autorizada por el CONEAU, que constata la veracidad de la autoevaluación. Y 3. Acreditación, que es el reconocimiento formal de la calidad demostrada por una carrera profesional otorgado por el estado.
            El modelo de calidad para la acreditación de carreras de educación, aprobado por el CONEAU  considera tres dimensiones: 1. Gestión de la carrera, 2. Formación profesional y 3. Servicios de apoyo para la formación profesional; Nueve Factores: 1. Planificación, organización, dirección y control. 2. Enseñanza-aprendizaje. 3. Investigación. 4. Extensión universitaria y proyección social. 5. Docentes. 6. Infraestructura y equipamiento. 7. Bienestar. 8. Recursos financieros y 9. Grupos de interés. Y estas Dimensiones y factores se materializan en 97 estándares o condiciones que debe cumplir la carrera para ser acreditada.
            Por las características del modelo que acabamos de ver se puede afirmar que este proceso va más allá que una evaluación curricular, porque incluye todos los aspectos de la carrera. ¿Se logrará mejores resultados evaluando todas las dimensiones de la carrera?, ¿Es mejor iniciar el proceso con una evaluación curricular?. Como en el Perú el sistema de Acreditación está en proceso y no se puede anticipar resultados hemos considerado pertinente incluir algunas apreciaciones del Dr Angel Díaz Barriga, obtenidas luego de un análisis de algunas experiencias observadas en México y otros países latinoamericanos.
            En primer lugar señala que un programa (o Carrera) se refiere a todo lo que acontece en torno a una formación profesional en un caso particular: formulación de un plan de desarrollo, planes y programas, programas de investigaciones institucionales, composición de la planta académica, normatividad institucional, gobierno, infraestructura académica.
            En segundo lugar afirma que la evaluación curricular ha sido desplazada por la evaluación y acreditación de programas, como resultado de una política educativa que impone modelos de avaluación como estrategias de financiamiento para la educación superior.
            En tercer lugar la evaluación para la acreditación de programas se sostiene en una perspectiva técnica de la evaluación; a la cantidad de indicadores que toma para realizar su tarea se puede asociar la superficialidad cognoscitiva con la que se trabaja.
            En cuarto lugar sostiene que los informes de evaluación no son utilizados como un mecanismo de retroalimentación del programa.
            Y finalmente que la evaluación y acreditación de programas ha anulado el espacio de debate sobre aspectos conceptuales de la evaluación.
            Es tarea de los docentes y autoridades universitarias revisar los resultados de estas y otras experiencias de acreditación, con el propósito de redireccionar el proceso si fuera necesario.